miércoles, abril 16, 2008

Caer = Pensar menos - Sentir más...

Como me gusta creer que tengo control sobre ciertas cosas que me ocurren lo pondré de este modo... "Decidí" caer para saber qué se sentía, había olvidado la incertidumbre aplastante que empieza a adueñarse de mi cuerpo y mente... Hace tanto que no lo hacía.
Decidí caer una tarde cualquiera, sin saber por quién o por qué, convencida de que era un experimento inofensivo que a nadie haría daño y con el cual yo tendría la oportunidad de evaluar si existía algún progreso en la Di que ahora soy.
No cuestioné la inteligencia o conveniencia de lo que hacía, tampoco traté de aplicarle la lógica que usualmente pongo por delante de todo, menos aún esperé recopilar suficientes datos como para tomar una decisión. Fui impulsiva, espontánea y libre de hacer lo que quise: Caer.
Y hoy, por pirmera vez desde que inicié ese proceso, mi rostro miró hacia abajo para descubrir que no hay nadie para atajarme o... Sí, hay alguien, pero no es la persona que esperaba!!!
He caído por varias semanas y no había pensado qué pasaría al aproximarme al fondo de esto, ingenuamente creí que sería un abismo eterno con sobresaltos, impredecible... Pero aquí estoy, cada vez más cerca del suelo y sin saber de quién son los brazos que se alistan para recibirme, para evitarme una nueva fractura emocional... Equivocada siempre, confundida siempre.
A oscuras y sin intención de abrir los ojos esta vez.