sábado, marzo 13, 2010

WonderWoman!!!

Si hace unos días escribía que desde niña no hubo nada que yo no pudiera hacer, ahora certifico que, de adulta, tampoco me paro en detalles.

En Navidad recibí de regalo una entrada preferencial para ver a Metallica, el regalo soñado! Por supuesto, faltaban meses para el evento, así que nunca me preocupé por encontrar compañía, en cambio, esperé casi hasta último minuto y entonces supe que me tocaría enfrentar eso sola. Susto!

Llegué a La Rinconada a las 11:50 am, entre asombrada y abrumada por la cantidad de gente, el ruido y el hecho de que mis teléfonos no funcionaban. Me dispuse a encontrar a un amigo (apoyándome en poder mental, porque no tenía más recursos) y había caminado apenas media cuadra cuando escuché mi nombre... Mi corazón dio un salto y vi a un amigo de la uni al que le había perdido el rastro! Me quedé con él un rato conociendo a sus amigos, luego llegó otro amigo que me acompañó a hacer shopping y finalmente me encontré a otro chico que se encargó de hacerme sentir menos extraña en un espacio cargado de hormonas masculinas =)

Algún rato después, la cola empezó a moverse y el alboroto fue inmediato, correr como animalitos sueltos en un tierrero no era lo que tenía en la cabeza, pero tocaba, así que adelante! Después de más de dos horas esperando para finalmente entrar la sorpresa fue mayor. La "Ballena" empezó moverse y creímos que iba a refrescarnos un poco, pero no fue así.

Allí estoy yo, sentada en una baranda, tratando de alcanzar un poco de aire, cuando un golpe me tumbó al piso: La Ballena lanzó el agua directamente contra nosotros!!! Una chica estaba en los hombros de su novio, el agua la lanzó por lo menos 2 metros más lejos y cayó sobre otras personas, uno de mis "recién nacidos" amigos tenía un teléfono de 5 mil BsF en la mano y terminó lleno (literalmente) de agua, una chica detrás de nosotros se ahogó cuando el chorro de agua le dio directamente en la cara... Creo que nadie esperaba ese ataque, así que la molestia se hizo presente, las barandas pasaban una por una sobre nuestras cabezas, golpeando a algunos en la cara y la cabeza, otros gritaban amenazando a los policías, los efectivos contratados para seguridad nos miraban, divertidos, desde la entrada aún cerrada. Se perdieron teléfonos y cámaras por el agua, o por robo, pues parece que algunos estaban allí por algo más que la música.

Cuando fnalmente abrieron la entrada principal, corrí como loca, mostré la entrada y seguí veloz hasta la grada de preferencial. Me instalé cómodamente como en primera fila, sentada y tranquila, haciendo "amistad" con los simpáticos "comegato" que estaban a mi alrededor, quienes fueron como hermanos mayores pendientes de que no me fuera a caer, o de que no perdiera mi koala en el desorden. Cuando Dischord hizo su entrada, los rockeros empezaron a brincar, pero casi de inmediato se detuvieron... La tabla se doblaba como papel, hubo miedo y nervios, yo desde ese momento me preparé para saltar al sector General en caso de emergencia!

Los teloneros venezolanos se destacaron, hicieron gritar al público, orgulloso por el talento que desplegaron en escena. Desafortunadamente, la empresa productora ignoró la reacción del público y les cortaron el audio antes de que ellos pudieran salir a cantar una última canción, así que ese tema resultó un largo solo de guitarra. Aún así, los amamos! No pasó lo mismo con Mastodon, los teloneros extranjeros, quienes pasaron por el escenario sin pena ni gloria.

Luego la larga espera, que fue menos aburrida con los disparos que se escucharon desde el cerro, policías tratando de asustar a algunos espectadores gratuitos instalados muy por encima de todos nosotros. Finalmente, las luces se apagaron.

Cerca de las 9:00 pm la voz de James hizo estremecer a los más de 20mil asistentes y, durante dos horas y media, Metallica desplegó un espectáculo que nos dejó a tdos sin palabras. Hombres de entre 20 y 30 años, tatuados, perforados, llorando... Mujeres coreando sus canciones "bad ass style"... Niños con sus padres gritando y haciendo gestos metaleros... Yo, aferrada a mi cámara, grabando las canciones que me hicieron llegar hasta ahí, atreverme a ir sola a disfrutar del mejor concierto que he visto en mi vida, estelarizado por la mejor banda del mundo.

Son grandes, son rudos y son geniales: Ustedes, nosotros, somos la familia Metallica. Nada podía superar ese momento. "Seek and Destroy" coreada por cada uno de los que estábamos allí, para cerrar el show. Creo que nunca había estado tan abrumada por una presentación, hasta anoche, cuando no podía llorar, no podía gritar, no podía casi no moverme (además de que, claro, la gente brincaba muy poco porque la tabla cada vez se doblaba más y todos temíamos un accidente)

Salí de allí, algo asustada porque no sabía cómo irme a casa... Pero apareció uno de mis angelitos, saliendo del VIP, para llevarme a casa. Ya a las 2:00 am, en una arepera de La Castellana, rodeados de asistentes al concierto que se hablaban de una mesa a otra, compartimos impresiones del concierto, nos reímos, me regañaron por haberme lanzado esta aventura en solitario... Y llegué a mi casa a las 4:00 am, feliz y agotada, lista para otro concierto al que aún no sé si iré, pero sé que de ir, disfrutaré aún más que la noche de anoche.


PD: Evenpro es el peor organizador de grandes eventos de este país, de eso no me quedan dudas ahora!

lunes, marzo 08, 2010

Mujer tenía que ser...

Todavía hay gente que se sorprende cuando hablo de deportes o de mi afinidad por los temas de Seguridad y Defensa...

Pero, desde chama, nunca hubo nada que yo no pudiera hacer: jugar béisbol con mis primos, hacer carreras de Nikko con los chamos del colegio, oír música comegato con los dark de mi salón, usar shorts de cuadros debajo del pantalón en bachillerato, filosofar seriamente con los seminaristas, beber pilsen de la botella, dirigir los ensayos de la banda de rock de mi novio, sentarme un domingo a ver fútbol o béisbol con los niños en espacios libres de mujeres.

No digo que no fuera femenina (también hacía ballet, estudiaba modelaje, lloraba por amor y colecionaba barbies). Siempre he sido coqueta, pícara y delicada, pero cuando quería ser "uno más", podía integrarme sin que los muchachos me vieran como una extraña. Muy a pesar de los deseos de mi mamá, tuve más amigos que amigas y ellos me enseñaron a ser guerrera, a no pararme en detalles de estatura, edad o contextura, para compartir cosas de hombres.

Por eso, mientras crecía, entendí que ser mujer no es estar sentada con las piernas y la boca cerradas, ni dárselas de Penélope Glamour y ser incapaz de agarrar con firmeza un taco de pool, mucho menos poner cara de horror cuando te toca sentarte en una grada y ensuciarte el pantalón.

Ser mujer es atreverse, perderle el miedo a lo desconocido, pasar la pena con gracia y aprender rápido.

Una mujer sale sin maquillaje pero peinadita, corre con tacones y carga sus propias cajas (si no son MUY pesadas claro) poniendo el acento femenino en cada cosa que hace: desfilar un traje de baño en la piscina del club, cambiar un caucho, ir a un centro de bateo, zambullirse en un pozo, salir de shopping, cocinar...

Somos mujeres 24/7 y no importa nuestra profesión, nuestra edad, nuestra posición social, todo lo que hacemos lleva nuestra firma de mujer. Más glamorosas o no, más asertivas o no, más románticas o no, más neuróticas o no, debemos dejar de vernos como competencia y empezar a admirarnos unas a otras por nuestras capacidades, nuestras hazañas, por cada logro que como género, alcanzamos.

Ser MUJER es algo imposible de esconder, de perder... Todas lo tenemos y lo demostramos como Presidentas de un país o como Dueñas de nuestra casa, haciéndolo todo, con más amor, con más cuidado, con más atención y con más éxito que los hombres... ¿Que cómo estoy tan segura?

Nosotras, al final del día, cumplimos nuestras obligaciones entaconadas, maquilladas, perfumadas, con SPM, soportando piropos vulgares y sin perder la sonrisa.

Por eso y más, felicidades a todas aquellas con las que comparto el orgullo y la enorme responsabilidad de Ser Mujer!!!

martes, marzo 02, 2010

Envenenada...

Amanecí intoxicada con mi propia estupidez, asfixiada por pensamientos de rabia y tristeza que no son comunes en mi cabeza, enferma de duda y decepción sin posibilidad de cura a corto plazo.

Normalmente no dejo que las cosas me afecten, las bloqueo cuando presiento que se tornarán complicadas. Me gusta que tengan drama, eso sí, pero sólo lo suficiente como para convertirlas en historias atemporales que, en algún momento, serán motivo de risa.

Pero esto es diferente, lo supe cuando me desperté y de un golpe abrí la cortina, sin encontrar nada en el Ávila que me hiciera sonreír. Esa sensación de odio y venganza que dificulta caminar con tranquilidad, esas ideas de pagar daño con más daño, de cobrar intereses con lágrimas, de escuchar un "lo siento" tan sincero que me obligue a detenerme.

No soy así, lo sé, pero tampoco es típico de mí jugar a ser la víctima, en un juego que no me advirtieron.

Así que aquí sigo, esperando un cheque firmado con su llanto, de rodillas, admitiendo que su único error fue creer que podía burlarse de mí y salir ileso.