17 meses...16 meses...5 meses... Todos esos números tienen un solo significado en mi vida, hoy: He tomado las decisiones correctas, por las razones válidas para mí sistema personal de creencias (no digo que hayan sido las MÁS correctas) y en los tiempos que creí apropiados.
Me enamoré, primero de Buenos Aires y después, de Sebastián...y eso me ató a esta ciudad. Nunca imaginé que tan lejos de mi país encontraría un hogar, una familia y una vida feliz.
Sí, soy feliz y todavía me sorprende sentirme así!!!
No diré que carezco de nostalgia, de momentos tristes o de la necesidad de vigilar de cerca Despegar.com, por si alguna oferta ridículamente buena me alborota las ganas de ir a Venezuela, pero admito abiertamente que este es mi lugar en el mundo, que desde que llegué, confirmé que nací en las coordenadas equivocadas. Nada que reclamar a mis padres ni a mi entorno original, pero fue muy obvio desde el primer día que esta era la ciudad que necesitaba para sentirme en casa.
Desde mi cama, hoy, reflexiono sobre cómo una decisión que parecía tomada a las carreras cambió todo para mí, me doy cuenta de que sin Dios en el medio, nada habría sido posible, y pienso en cuanto me gustaría poder compartir esto con las personas que mas amo en el mundo: mi mami y mi hermano. Me dirán que "todo a su tiempo" y tendré que aceptar eso, porque aún faltan algunos ajustes para pulir esta vida que construí en tiempo récord.
Mientras tanto, celebro discretamente mi genial elección
y vivo lo que de ella salió.