miércoles, agosto 04, 2010

La adulta en el espejo...

Puedo recordar hasta la hora en la que empecé a escribir los propósitos de año nuevo: 10:43 pm. En ese momento, con el papel y el bolígrafo en la mano, parecían tan fáciles de cumplir que no escatimé en ideas, escribí todos los que me parecieron pertinentes, los que me harían mejor persona, mejor mujer, mejor hija y hermana, mejor profesional y hasta mejor pareja (sí, aunque estuviera soltera).

Desde ese día hasta hoy han pasado 8 meses y, lo confieso, he cumplido como 4 nada más... El gimnasio, que fue el más antiguo de mis propósitos nunca realizados, lo cumplí durante 2 meses y medio. Los demás, quizá menos.

Soy mejor en muchos aspectos, es verdad, pero no gracias a esa estricta lista de "Debo hacer", sino a las circunstancias que durante el 2010 me han obligado a revisarme, a reflexionar, a reformularme. Durante unos [eternos] 3 meses me sentí totalmente fuera de lugar, perdí el norte y me dejé confundir, fui víctima de mi propia impaciencia y tomé algunas decisiones que, afortunadamente, no dejaron consecuencias irreversibles.

Ese tiempo me sirvió para despojarme de muchas creencias sobre mi misma, sobre mi entorno y mi vida, para descubrir lo que de verdad quiero y me importa y, sobre todo, para reencontrar a esa DIANA que parecía enterrada bajo tanto adorno, tanta parafernalia.

Tengo otros 3 [menos eternos] meses en paz, satisfecha conmigo, con mi trabajo, con las personas que tengo cerca... Descubrí que el amor se manifiesta de formas que a veces no puedo identificar, pero que siempre ha estado, descubrí que la familia nos apoya hasta cuando no están de acuerdo con nuestras decisiones, descubrí que los amigos no dan todas las respuestas pero muestran el camino.

Ahora, tomé una decisión que puede cambiar mi vida, de esas que toman los adultos. Ya inicié el proceso de desechar el pasado, perdonar mis errores y los ajenos, desocupar espacio en mi cuarto y mi corazón, limpiar y preparar el terreno para eso nuevo que viene.

Por primera vez siento que tengo el control y
¡definitivamente no voy a soltarlo!

8 comentarios:

Ivana Carina dijo...


Diii!!!
Qué lindo leerte!!!

Me encantó este post!

"Por primera vez siento que tengo el control y
¡definitivamente no voy a soltarlo!"

Vamos que vos podés!!!

Besootes!! =)

Anónimo dijo...

"Una decisión de esas que toman los adultos", de las que a mí no me gusta tomar porque me asustan...

Espero que todo marche divinamente!

Leyris dijo...

Hooola!! tenia tiempo sin entrar, pero he vuelto, me gusto mucho tu post.
Besos
Armonia =)

Di dijo...

Ivy, mirá que esa decisión te va a afectar directamente, comprá un sofá cama pronto!!! =)

Mariale, a mi tampoco me gustan esas decisiones, pero creo que esta decisión me tomó a mi, jajaja.

Armonía, welcome back! Esta DI que escribe ahora ha crecido como 10 años, en sólo unos meses... Menos mal que sólo interiormente =D

John Caine dijo...

Hola Diana!

Excelente reflexión, te deseo lo mejor.. Si se puede!

Saludos!

guspatagonico dijo...

Qué hermosa forma de describir situaciones con las que me siento plenamente identificado. Te felicito por tener el coraje de contarlo a viva voz.
Escribís muy lindo.
Gracias por compartirlo.

Gus.

Lady Nina dijo...

Hermoso darnos cuenta que al enfrentarnos al Yo Adulto estamos defendiendo al Niño Interno que habita en nuestro corazón y que no se atrevía a salir, que no se arriesgaba hasta hallar el momento en que preparado o no tendría que hacerlo.
Felicidades, ese día llegó para ti. Ojalá muchos más corramos con la misma dicha.

Mercedes Franco dijo...

Soy fan de tus escritos desde hace años, te felicito por el progreso en tus reflexiones de vida.Escribes con claridad y precisión lo que te impresiona de la gente y del entorno sin perder la frescura de la juventud.Tu perspectiva reflexiva y optimista a ultranza nos abre un espacio esperanzador, porque siempre es posible lograr un mundo mejor para nosotros y los otros al tomar la decisión.Mercedes Franco.