lunes, enero 24, 2011

Cantando Thank U de Alanis...

No tengo intención de desnudarme, ni de meterle a los agudos de Alanis, pero en mi interior, suena una y otra vez esa canción... Por qué tan agradecida? Se preguntarán, les contestaré con una sonrisa gigante: Por TODO!!!

Mañana comienzo una nueva vida, esa que quería desde que descubrí a Argentina en el mapa, a los 9 años, la misma que nunca me atreví a desear en voz alta, por temor a que los cocodrilos-come-sueños me arruinaran la ilusión. Mañana diré " Sí se puede!!!"

Pero no es sólo eso, mi agradecimiento se ha manifestado desde hace por lo menos 2 semanas, cuando Dios en su infinita misericordia, me mostró su rostro en reiteradas ocasiones, como recordándome que Él siempre está allí, cerquita.

Desde encontrar dónde vivir, de gratis, por un mes, hasta obtener mi residencia en tiempo récord, pasando por tener arepas, tajadas y Smirnoff Ice en mi mesa de Navidad y el novio argentino que me encontró, me eligió y decidió encargarse de mí en los tiempos desesperados. Todo esto me trajo un mensaje recurrente de Dios: No estás sola, no te faltará nada.

Ahora, mientras escojo la ropa para ir a firmar mi contrato laboral y recojo todo para mudarme a mi nuevo hogar, pienso en los malos momentos y me río, porque sabía dentro de mí que nada malo podía durar tanto... Y así, cierro un nuevo capítulo de mi vida... Para empezar una nueva temporada, con nuevos protagonistas y escenarios, pasado mañana.

viernes, enero 07, 2011

Una precaria historia...

Hace unos días, escribía llena de odio por los trámites burocráticos que me alejaban del sueño que casi, casi parecía cumplido: Vivir y trabajar en Argentina.

Desde ese día, hasta hoy, la vida me ayudó poniendo cerca de mi a gente con ganas de ayudarme, con modos de hacerlo. Pero fue mi hermano el que, con ingenio, manipulación y grandes dosis de fe, lo logró!

Gracias a Facebook, y después de haber molestado a diputadas, ministros y asesores de la presidencia del país del sur, finalmente contactó al hombre con el poder de decidir si me quedaba o me iba: el Director Nacional de Migraciones, Dr. Martín Arias Duval.

En un día, este señor se enteró, se interesó y revisó mi caso, me llamó a una reunión para verificar que todo fuera cierto y me ayudó a conseguir la residencia Precaria, esa que colmó mis pesadillas hasta generarme un ataque de ansiedad!

Ahora, escribo sosteniendo este papelito famoso en mi mano derecha y con una sonrisa gigantesca...

Agradeciendo a Roberto Maldonado y a la Intendencia de Luján, que intentaron llegar por un lado; a la Diputada Silvia Majdalani y su asistente Marta, que atacaron otro flanco, al Dr. Aníbal Fernández y a Sonia, su asistente, que tomaron otro frente y, finalmente, al Dr. Arias Duval y a Mariano, su asistente, quién me acompañó a entregar los recaudos y se aseguró de que me atendieran rápido y bien.

Estoy feliz y dispuesta a retribuirle a este país su eficiencia y amabilidad con trabajo, productividad y una palabra siempre positiva para describir tanto a Argentina como a su gente.

Ah! Y gracias a Dios, porque sin su ayuda y la de San Rafael, me habría devuelto a Venezuela hace 2 semanas!!!!!!!