Hace unos días, escribía llena de odio por los trámites burocráticos que me alejaban del sueño que casi, casi parecía cumplido: Vivir y trabajar en Argentina.
Desde ese día, hasta hoy, la vida me ayudó poniendo cerca de mi a gente con ganas de ayudarme, con modos de hacerlo. Pero fue mi hermano el que, con ingenio, manipulación y grandes dosis de fe, lo logró!
Gracias a Facebook, y después de haber molestado a diputadas, ministros y asesores de la presidencia del país del sur, finalmente contactó al hombre con el poder de decidir si me quedaba o me iba: el Director Nacional de Migraciones, Dr. Martín Arias Duval.
En un día, este señor se enteró, se interesó y revisó mi caso, me llamó a una reunión para verificar que todo fuera cierto y me ayudó a conseguir la residencia Precaria, esa que colmó mis pesadillas hasta generarme un ataque de ansiedad!
Ahora, escribo sosteniendo este papelito famoso en mi mano derecha y con una sonrisa gigantesca...
Agradeciendo a Roberto Maldonado y a la Intendencia de Luján, que intentaron llegar por un lado; a la Diputada Silvia Majdalani y su asistente Marta, que atacaron otro flanco, al Dr. Aníbal Fernández y a Sonia, su asistente, que tomaron otro frente y, finalmente, al Dr. Arias Duval y a Mariano, su asistente, quién me acompañó a entregar los recaudos y se aseguró de que me atendieran rápido y bien.
Estoy feliz y dispuesta a retribuirle a este país su eficiencia y amabilidad con trabajo, productividad y una palabra siempre positiva para describir tanto a Argentina como a su gente.
Ah! Y gracias a Dios, porque sin su ayuda y la de San Rafael, me habría devuelto a Venezuela hace 2 semanas!!!!!!!
2 comentarios:
Qué regalo te ha hecho la vida, genial, espero que aproveches la oportunidad y tengas mucho éxito.
Saludos Marielgzlz (:
Sabes que para Dios y tu hermano no existe la palabra imposible.
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