lunes, mayo 16, 2011

Buuuuu ¡soy el fantasma de los 30!

El día más cliché para la vida de cualquier mujer está por alcanzarme y no sé cómo tomarlo… Los 30, hasta hace unas generaciones, implicaban la decadencia de la persona, el inicio del envejecimiento, de los dolores, las enfermedades y los achaques. 

Tener 30 era algo así como haber llegado a la cúspide 
y empezar a descender.

Pero en este siglo, los 30 han sido reinterpretados como el comienzo de la vida, de la independencia económica, emocional, social, el punto de partida para el éxito femenino, ese género ahora fuerte, capaz, de múltiples actividades y habilidades. Un éxito, además, que no se mide por la cantidad de hijos que tienes o cuántos años llevas con tu esposo, ¡ni siquiera necesitas uno! Así que confieso mi emoción ante la llegada de este momento.

Como en años anteriores, temo siempre que al despertarme el día 21, mi cara haya cambiado, que me hayan salido 100 canas más y todas en el mismo sector de la cabeza, que de pronto me crezca una horrenda panza o se me brote la celulitis. Sin embargo, si antes nunca ocurrió, supongo que este año amaneceré con la misma cara de destrucción post-celebración precumpleañera, el cabello violeta despeinado y el cuerpo recordándome (como lo hace desde que cumplí 25) que eso de rumbear hasta el día siguiente no es lo mío.

Son 30 y no hay nada que me avergüence de decirlo en voz alta… A pesar de que por allí, más de uno me haya dicho “mujer que se respeta, nunca dice su verdadera edad”. 
¿Por qué ocultar una edad que, aunque la diga, nadie me la cree?

Voy a cumplir los años que voy a cumplir, sin miedos, sin angustias, sin apuros. No tengo esposo ni hijos, tampoco carro, casa o lujos, pero logré acomodarme perfectamente en un país extraño por mi cuenta, soy independiente, hago lo que me gusta y tengo un trabajo que jamás me presenta el mismo reto dos días seguidos. Estoy acompañada por un hombre que sabe lo que quiere y coincide conmigo en los planes futuros, pero vivimos sin ningún apuro, sin presiones.

Nunca aspiré tener una vida convencional, pero sí quise tener una vida construida por mis propios sueños, deseos e ideas, que podría no parecerse a esa que nos venden en la tv y nos inculcan en casa, pero que tiene todos los elementos para ser la vida perfecta para mí.

Tengo todo lo que necesito para cumplir 30 años y celebrarlo, para estar orgullosa de mi pasado e ilusionada con mi futuro pero, sobre todo, para disfrutar el presente, el aquí y el ahora, 
mi mejor regalo de cumpleaños!!!

3 comentarios:

BB dijo...

Di... Feliz Cumple! que rico entraste a los 30 pues a disfrutarlos, me quedo por aquí leyéndote...
Un abrazo amiga
BB

Anónimo dijo...

Excelente escrito...Acertada manera de recibir los 30

Anónimo dijo...

Cumplir años nos dice que la vida continúa, que lo mejor está por venir.Ya cumplí 61, me veo y me siento divina.La genética está a tu favor.