La cirugía plástica es capaz de levantarle el autoestima a cualquiera; en un par de horas pasas de patito feo a cisne en potencia (cuando remueven las vendas eres un cisne auténtico, plástico, pero auténtico...)
Yo, enamorada de cualquier par de senos bastante bien formados, finalmente me regalé unos 34B, de lo más bonitos y atractivos para el género masculino; por lo menos asi lo comprobé el primer día de trabajo después de la operación.
La historia va más o menos asi: Visita al médico, decisión rápida y urgente, exámenes de todo (bueno, no de todo, solo sangre y tórax)... Llegó el día, quirófano, aneste...(antes del "sia" me quedé rendida), y luego, desperté con dos bultos que sobresalían de mi pecho. "Por fin tengo senos!!!" pensé, remontandome a las memorias de la adolescencia, cuando impaciente esperaba que un día esos bultos aparecieran en mi...
Hoy, a 12 días de la operación, me siento mejor que nunca, con un poco de dolor, que desaparece al momento si me miro en el espejo y contemplo este par de COCOS que tienen loco a mi novio, a mis compañeros de trabajo y a cuanto vecino me encuentro en el pasillo del edificio.
Soy feliz, tengo lo que quiero, me veo como quiero y además, cumplí la eterna promesa que me hice a mi misma en mis 15 años, cuando solo "alguito" sobresalía en el más bello vestido que alguna vez usé.
Gracias Doctor, este par de COCOS quedaron perfectos!!!
1 comentario:
vaya, pues parece que las personas de nuestra época no tienen por que buscar lámparas maravillosas para pedir sus deseos, sino símplemente hacer cita con el cirujano... QUe envidia!!!
Felicidades amiga
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