lunes, agosto 20, 2007

Un descubrimiento tardío.

Meses atrás tuve el agrado de conocer a una persona muy agradable, un tipo de esos inusualmente inteligentes e interesantes, que tienen destellos de gracia e ingenio, pero que se mantienen al margen del bullicio que nosotras, las mujeres, generamos.

Esa persona, que desapareció de mi entorno tan rápido como apareció, tuvo el atrevimiento de comunicarse conmigo de nuevo hace poco, con una simpatía tan particular que no tuve motivos para seguir de largo… Así que me detuve, en plena jornada laboral, a conversar con él. Un día, dos, tres…

¿Cuántos temas se pueden tocar por Messenger? Las posibilidades son infinitas y honestamente, es tan inofensivo que hay libertad casi para todo. Entonces, de pronto, empecé a reírme en voz alta dentro de la oficina, gracias a su empeño por convencerme de que la infidelidad puede justificarse, que las mujeres gozamos de características básicas encantadoras y que Green Day tiene mejores canciones que Time Of Your Life (no sé si es verdad, pero esa es mi favorita).

En unas horas juntos, pasó de ser un Da Vinci, de líneas definidas y trazos limpios, a un Dalí cuyo surrealismo impactó de tal manera mi predeterminado concepto sobre él, que terminó por borrarlo dejando espacio sólo para que sus propias acciones logren darle un título al capítulo que hoy escribo.

Actúa como salido de un libro, responde con frases prefabricadas, es altamente predecible y, lo peor, es que siempre lo niega… Pero quizás eso forme parte de su encanto, porque no hay nada más divino que desmontar las apariencias y quedarse, al final, con la esencia de las intenciones que se esconden tras las acciones.

La vida tiene matices, y hasta ahora me doy cuenta. Gracias!

4 comentarios:

Maigli Velásquez B. dijo...

Y medio de esos matices, contrastes que nos aportan.

Me recordó la escena de Shrek en la que discutía con Burro que el corazón de ogro es como una cebolla... puras capas. Y esto me lleva al poema de Benedetti "El amor es un centro". Como sea, cada quien tiene algo por dentro y en el contacto lo descubrimos tarde o temprano, aunque como el corazón del ogro, después de tantas capas no quede nada. "Un fantasmita".

El contacto desde messenger nos permite ser como queremos y olvidar lo somos. Lamentablemente, la gente olvida que sin importar lo que seamos, debemos ir siempre en procura de lo que ese ideal que queremos ser y el único modo es siendo con hechos más que con palabras.

:)

Besos que ladran!

Nostalgia dijo...

las sorpresotas de msn....
hasta matrimonios se han cuadrado por ahí, y yo que no uso esa vaina porque ni tiempo tengo!!!!
besos ♥

Anónimo dijo...

La vida te da sorpresas...

fertin dijo...

No sólo sorpresas da la vida, sino que, a veces aún cuando las tenemos no lo creemos, creemos q es surreal o fugáz... podemos pensar que es un bombero que viene a apagar un fueego y luego se va!! y por supuestto no creemos que sea capaz de quedarse por si se vuelve a prender la candela¡¡¡

un beso!!!