Hoy puedo decir que soy un poco más sabia y más madura... Aunque eso se lo deba a una de las experiencias más inmaduras y estúpidas de mi vida...
No importa si se es la novia perfecta, la esposa abnegada o la concubina más fiel... Cuando un hombre quiere alternativas las busca, las procura, las obtiene.
No pretendo salvarme de la responsabilidad de mi decisión, pero ciertamente yo no tengo más que perder, ya lo dejé todo en el camino... En cambio "El" sí, y si no le importa, a mi tampoco, si no le preocupa, a mi tampoco.
Las mujeres pasamos la vida culpando a otras mujeres de los cachos que vienen y van sin darnos cuenta de dos cosas:
1. Si el hombre que está contigo no te respeta, ¿por qué yo tendría que hacerlo?
2. Si él busca a otra mujer, no por amor ni por estabilidad emocional, ¿qué estás haciendo para fomentar eso?
Todas hemos sido la mujer perfecta y luego lloramos días, semanas o meses por la presencia de una "extra" en nuestra relación... Pero de quién es la culpa, de la extra? del individuo? de "Miss Perfect GF"?
Las circunstancias cambian, y no tengo una respuesta universal, pero sé que yo me pasé al otro lado del mostrador para saber cómo es, qué se siente, y sé que sólo soy responsable de lo bien que me lo pasé, de lo rico que fue y de mi nueva comprensión acerca de la volatilidad de las relaciones humanas...
La lección me sirvió a mi, a mis amigas que tanto han padecido en medio de relaciones patológicas e, inclusive, a un par de amigos hombres que están sorprendidos ante mi cambio de papel:
Hoy soy la mala, mañana quizá retorne a la perfección.