El Exorcista...Again!

Es cómico observar las diferentes manifestaciones de masoquismo en el género humano, desde las más inocentes hasta las más perversas (quizá las más divertidas también, jijiji)Anoche, mientras veía El Exorcista, El Comienzo, me di cuenta que no basta tener horrores visuales y auditivos, hay que dejar que el miedo penetre en lo más profundo de tu psiquis y abosrberlo hasta que el pánico no te deje hablar, menos pensar...Primero no podía entrar al carro, me parecía que en el retrovisor estaba la mirada espantosa del personaje diabólico en cuestión... Después no podía entrar al ascensor, me daba pavor imaginar que la cara del demonio feo se reflejaba allí mientras yo trataba de arreglarme los lentes... Finalmente, no podía entrar al apartamento, ni hablar de la habitación, pues las sombras (que están allí todas las noches) parecían amenazantes.Luego, el tortuoso proceso de luchar contra el sueño, siempre esperando que me venciera... Ver los ojos verde/amarillo de la monstruosa protagonista era una pesadilla que no requería dormir...Tuve que utilizar mi último recurso, recrear una de mis fantasías sexuales más recurrentes, con lujo de detalles, hasta que el Diablo fílmico terminó excitado, solitario y olvidado...PRUEBA SUPERADA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!